La ciudad inclusiva crece y sigue trabajando para el bienestar de sus 300 residentes en situación de discapacidad profunda y severa. Esta vez, relanzando su histórico box dental, con el apoyo de Fundación Alegría.
Octubre de 2024.- Una sonrisa es mucho más que una expresión facial; es un camino a la autoestima. Una sonrisa radiante es un gesto de confianza y una ventana a la salud emocional y física de cada individuo.
Los datos no mienten: estudios de Fundación Sonrisas han revelado que, en Chile, con la edad de dos años la prevalencia de caries es de un 17,5%, a los cuatro de 50,46% y a los seis de un 70,4%. Mientras que, entre los 65 y 74 años, el 99% de las personas en Chile presenta caries.
Una realidad que en Pequeño Cottolengo se aborda hace más de cuatro décadas gracias a su box dental.Dentro de la ciudad inclusiva, los más de 300 residentes pueden recibir prestaciones de forma cercana, oportuna y adecuada para la salud bucal. Entendiendo que, por sus diferentes, diagnósticos tienen necesidades más específicas.
Hoy, la comunidad de la residencia celebra la remodelación de su box dental, gracias a los aportes de Fundación Alegría, que se obtuvieron a través de un fondo concursable.
“Seguimos trabajando para dar visibilidad a la realidad de las personas en situación discapacidad severa y profunda, y sus distintas necesidades dentro de la sociedad actual. No obstante, también trabajamos para la felicidad de todos ellos. Sus sonrisas son parte de la retribución que reciben nuestros equipos todos los días”, cuenta Cristian Glenz, director Ejecutivo de Pequeño Cottolengo.
Las Áreas de Salud, Proyectos y Operaciones de Cottolengo son parte de la red de direcciones estratégicas que trabajaron para este gran logro. La ciudad inclusiva es dirigida con un Modelo de Gestión Integral denominado “GESIN”. Un total de 10 direcciones completan el corazón del cuidado de la residencia.
“La remodelación nos ayuda a crecer en la calidad de loscuidados que ya entregamos a nuestros residentes. Incorpora un moderno sillón dental, una máquina de rayos X intraoral, con revelado digital; y mucha adecuación estructural para cumplir con las normativas de la autoridad sanitaria. Buscamos siempre entregar opciones de una atención de alta calidad a toda nuestra comunidad” detalla, Vivian Sabat, directora de Salud del Cottolengo.
La discapacidad y la salud oral: un desafío continuo
Las personas con discapacidad intelectual enfrentan desafíos significativos en lo referente a higiene bucal. Deacuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), dos tercios de la población con discapacidad no reciben atención bucodental, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades orales.
“El manejo odontológico de personas con discapacidad intelectual severa o profunda presenta mayores dificultades debido a los trastornos conductuales, la ausencia de lenguaje hablado o la incapacidad para seguir instrucciones, lo que complica aún más el mantenimiento de una buena salud bucal”, revela Constanza Arratia, Odontóloga en Pequeño Cottolengo
Es por esto por lo que este nuevo espacio, es clave para mantener estable a la población de la residencia.
Hoy, más que nunca, Cottolengo buscará seguir trabajando en la prevención en la salud oral dentro de la residencia; tratando de disminuir la pérdida de piezas y aparición de caries, principalmente. Además, se está trabajando en el registro dental, a través de los odontogramas de cada residente.
“En Fundación Alegría sentimos una responsabilidad enorme, porque sabemos que hay muchas organizaciones trabajando en áreas de la salud infantil que están sub-atendidas y queremos seguir trabajando por devolver la alegría a niños y niñas que la han perdido producto de alguna patología. Hoy estamos felices de ver este resultado y haber podido aportar a una organización con una noble misión, muy comprometida y que hace las cosas con el corazón” señaló Rocío Espinoza, directora ejecutiva de la Fundación Alegría.
Fuente: Comunicaciones Cottolengo Chile
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